Proverbios - El temor del Señor (parte1)

Proverbios 3:7

No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;

En el libro de jueces vemos a los israelitas haciendo lo que les parecía bien a sus propios ojos, lo cual era un error muy grave, que en algunas ocasiones les costó la muerte. Nosotros tenemos dos opciones acerca de cómo llevar nuestra vida:

  1. de acuerdo a nuestra propia opinión acerca de lo que es mejor para nosotros
  2. de acuerdo al temor del Señor reverenciando su palabra, porque le creo, aunque haya cosas que no entiendo o piense que son menos atractivas.

¿Cómo mostramos nuestra reverencia? Una de las maneras es estudiando diligentemente su Palabra, para saber más sobre lo que tiene y quiere para mi vida, eso demostraría que realmente respeto su palabra, es decir, su voluntad.

Además, según el versículo 7, una de las maneras más grandes de demostrar este temor es cuando tomamos en serio el pecado y nos alejamos del él, no caminamos en compañerismo con él, huimos.

Proverbios 8:13 

El temor de Jehová es aborrecer el mal;
La soberbia y la arrogancia, el mal camino,
Y la boca perversa, aborrezco.

Debemos aprender en las Escrituras que Dios ama algunas cosas con todo su corazón, y que odia otras cosas con todo su corazón. Y si queremos llegar a la madurez, debemos conocer bien en qué categoría se encuentra cada asunto, para así evitar las que aborrece y hacer las que ama.

Podríamos pensar que este versículo cuando habla de “la soberbia (orgullo), la arrogancia, el mal camino y la boca perversa” habla solamente de aquellas personas que no pertenecen al pueblo de Dios, y en parte, es cierto, pero debemos entender que son características de personas que no le temen (respetan reverentemente). 

Debemos pensar más en nosotros, porque podemos encontrar estas mismas cosas en nuestras vidas, en diferentes grados. Seguramente más de alguna vez ha visto en usted orgullo o arrogancia. Ha hablado perversidades, y esto no se refiere solo a groserías y palabras profanas, sino que incluso chismes, hablando mal de algún hermano, o hablando mal hacia otras personas de manera que las dañamos. Si se da cuenta, no necesitamos buscar estas cosas en los demás, sino basta con mirarnos a un espejo, con sinceridad, y si hayamos algunas de estas maldades en nuestro corazón debemos odiarlas, arrepentirnos, pedirle a Dios que nos ayude a quitarlas, y poner todo nuestro esfuerzo en evitarlas. 

Proverbios 9:10 

El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,
Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

La primera parte la vimos en la enseñanza anterior. Pero respecto a la segunda parte… Hay muchos eruditos académicos, científicos y otras personas muy inteligentes que tienen mucho conocimiento de sus áreas, pero que no tienen TEMOR DEL SEÑOR. Toda su inteligencia no les ayudará en el día del juicio. Y así también hay personas que apenas saben leer, pero por la gracia de Dios han obedecido el evangelio, y confían en que la muerte, sepultura y resurrección de Cristo les ha salvado, y por eso quieren y se esfuerzan en ordenar sus vidas conforme al carácter y voluntad de Dios. De una forma, tienen mucha más inteligencia que aquellos eruditos.

Este es el conocimiento más importante que una persona podría tener, el conocimiento de Dios. Es cierto que debemos aprender principios, mandamientos y consejo de Dios, pero debemos buscar mayormente conocimiento de Quién es Dios, sus obras, ordenanzas, y todo esto en la persona de Jesucristo y su obra redentora en el calvario.

Proverbios 10:27

El temor de Jehová aumentará los días;
Mas los años de los impíos serán acortados.

Recordemos que esta es una observación general de los sabios. No quiere decir que los justos vivirán muchos años en la tierra y los impíos morirán jóvenes, porque a veces es al revés. Generalmente, cuando el pueblo de Dios camina con reverencia hacia Dios, vemos una vida próspera y duradera; y los impíos que mienten, roban y pecan sin remordimiento, no tienen temor del Señor, generalmente no prosperan y sus vidas son acortadas. 

Hay un gran beneficio con el temor del Señor, pero no debemos hacerlo simplemente porque queremos recibir algo, sino porque entendemos que Él es Digno de nuestra reverencia.

Proverbios 14:2

El que camina en su rectitud teme a Jehová;
Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia.

Una persona puede decir que teme al Señor porque le ama, pero ¿dónde está la evidencia? Esto se ve en que anda en rectitud conforme a la voluntad de Dios. Pero una persona que dice que teme a Dios, pero sus caminos no son rectos, está mintiendo.

Jesús dice: el que me ama guarda mis mandamientos. Porque es fácil hablar y decir que tememos a Dios y le amamos, pero lo que debería hablar más fuerte es nuestra vida. 

¿TEMEMOS REALMENTE A DIOS?

Proverbios 14:26

En el temor de Jehová está la fuerte confianza;
Y esperanza tendrán sus hijos.

No quiere decir que una persona que teme al Señor nunca tendrá problemas o sufrirá violencia, porque sabemos que la iglesia ha enfrentado mucho sufrimiento en la historia. En Salmos 1:6 se nos menciona algo muy importante que nos da una explicación, donde la palabra conocer implica más que tener información, implica una relación más íntima. El Señor está involucrado en la vida de la persona justa que teme su nombre. Por lo tanto, un hombre que teme al Señor tiene confianza, porque sabe que el Señor Soberano está íntimamente involucrado en su vida, y nada pasará que no esté bajo el control soberano de Dios, y si sabemos que Dios es Fiel, podemos descansar en su carácter, aunque no entendamos lo que está pasando ni por qué.

“A sus hijos dará refugio”. Uno de los regalos más grandes que se les puede dar a los hijos y cualquier otra persona, es crecer en el temor del Señor. Un hogar que es dirigido bajo el temor del Señor es un lugar de refugio contra el pecado y adversidades de la vida, un lugar donde hay paz y amor, porque cada miembro ama, respeta y cuida del otro por el amor y temor del Señor.

Proverbios 14:27

El temor de Jehová es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte.

Es como una fuente de vida. Como si estuviésemos caminando en el desierto con mucha sed y vemos un manantial de agua fresca y dulce, la alegría que eso produce y la restauración de nuestro gozo. Un hombre que teme al Señor será bendecido por Dios con una abundancia de vida, no necesariamente material, pero sí espiritual. Un padre que teme al Señor es como una fuente de vida para su esposa y sus hijos. 

Por tanto, el temor del Señor es una fuente de vida para nosotros, pero también, cuando nosotros tememos al Señor, llegamos a ser fuente de vida para otros.

“Para apartarse de los lazos de la muerte”. Este es un mundo que ama el pecado y la oscuridad, hay peligros por todas partes, trampas hechas por los hombres y Satanás, estamos en riesgo. La única manera de evitar esos lazos es por medio de usar el MAPA DE DIOS, el cual nos muestra el camino que debemos seguir. ESTE MAPA ES EL TEMOR DEL SEÑOR.

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